lunes, 9 de noviembre de 2009

Se fue un maestro

Me acabo de enterar de la muerte de uno de mis maestros. El de la introspección cautelosa en el alma. Uno de los más grandes en el arte del retrato. Humberto Rivas ha fallecido en Barcelona a los 72 años. Este fotógrafo argentino ha sido Premio Nacional de Fotografía (sólo unos pocos ostentan este reconocimiento) y estaba a punto de recibir la Medalla de Oro al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Barcelona que ahora recogerá su familia a título póstumo.
Me queda un gratísimo recuerdo de él como fotógrafo y como persona. Tuve la fortuna de conocerle en uno de los talleres que organiza la agencia Cobertura de Sevilla.
Allí tuvo lugar una bella lección de sencillez. El maestro nos pidió a los alumnos que lleváramos una muestra de nuestro trabajo anterior para comentarlo. Recuerdo a Humberto observando perplejo las instantáneas de uno de mis compañeros de curso. Durante minutos caviló sobre ellas, sin emitir una palabra. Igual que hacía antes de tomar una foto. Luego, con su típico gesto parsimonioso de genio despistado, elevó la mirada por encima de sus grandes gafas y no pudo sino preguntarle al autor:
-¿Por qué no vas a trabajar a Barcelona?
Pero el autor de aquellas fotos adoraba Sevilla y ya no se planteaba vivir en otro lugar. El autor de aquellas fotografías a mí también me dejó impresionado. Intenté en una comida que bebiera más vino de la cuenta para que me confesara el secreto del brillo de los ojos en los fotografiados, pero no hubo manera. Tampoco accedió a impartir ningún curso, al que yo hubiera acudido encantado. Era demasiado tímido. Humilde en grado sumo.
Aquel pupilo que acudió a escuchar las enseñanzas de Humberto Rivas resultó ser uno de los mejores fotógrafos que he conocido. Su nombre: Atín Aya… y también se le echa de menos en el mundo de la fotografía y entre quienes le conocimos. Estoy seguro de que Atín y Humberto ya andan compartiendo técnicas y experiencias, estudiando cómo aprovechar la luz de la eternidad. Valga este torpe comentario como sentido homenaje hacia los dos. Al menos, siempre nos quedarán sus fotografías.

2 comentarios:

MADOLOK dijo...

Hay grandes hombres,aunque esto no requiera tener una gran estatura,¿verdad?je,je,je...que me disculpe nuestro amigo Varo,era solo una forma de comentar en tu blog, que sé que es tan leido, el premio que le han concedido en Sevilla a Varo, por su cuento gotico "LA PROMESA" y de el cual tanto nos alegramos, tanto tú como yo.
Tenemos suerte de tener un amigo como él.
Un saludo cordial para ti.

Félix G. Modroño dijo...

Pues sí, estamos de acuerdo. Se lo merece.
Saludos.